"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Torrijas de vino y leche


Estrenamos este día de Jueves Santo con el dulce típico de estas fiestas "La torrija", seguro que cientos de blogs publican en estos días esta receta o parecida, y mas que seguro que en todas o casi todas las casas estará presente una bandejita de esta exquisitez de la Semana Santa.

Lacajita todos los años publica torrijas, pero nunca iguales, el primer año hicimos "Torrijas de natillas con salsa de frambuesa", el año pasado fueron "Torrijas con crema de naranja y frambuesas" y este año, serán sin frambuesas lo prometo jeje..., tenemos estas de vino...


Son muchas las recetas de torrijas al vino que podemos encontrar en la blogosfera, con vino tinto, con vino blanco, con vino dulce... pero mi compañera de despacho me dio una idea buenisiima que ella hace para que sus hijos no le pongan pegas con el sabor del vino, hacerlas de vino y leche ... uuummm... me encantó la idea y probé... y este es el resultado ;-)

Ingredientes:
- 1 barra de pan especial torrijas
- 1/4 l. de vino tinto
- 1/4 l. de leche 
- 150 g de azúcar
- 1 rama de canela
- 2 cascaritas de limón
- 3 clavos
- 2 huevos
- Canela molida
- Aceite de girasol para freír







Desde la profundidad de los bosques canadienses, nos llega esta delicia de la naturaleza, el jarabe de arce, 100% puro.

Únicamente en primavera durante el deshielo, se recolecta la savia directamente haciendo una incisión en los troncos de los arces del Quebec meridional.
También conocido como agua de arce, se reduce hirviéndola hasta obtener este famoso jarabe en una proporción de 30 a 1.

Apenas se obtiene 1 litro de este precioso jarabe por árbol.

Es un producto legendario que descubrieron los indios canadienses, quienes legaron su ancestral receta a los pioneros europeos.




Preparación:

Ponemos a hervir el vino y la leche con el azúcar, la ramita de canela, los clavos y las cáscaras de limón.
Apartamos y dejamos infusionar unos 5 minutos.


Cortamos el pan en rebanadas de al menos un par de cm. de grosor y colocamos en una fuente amplia.


Retiramos la rama de canela, los clavos y la cáscara de limón.
Colamos el caldo para desechar los pequeños grumos que se han provocado con la cocción, a mí se me olvidó :-( , y bañamos el pan.
Dejamos reposar hasta que hayan absorbido completamente todo el líquido.


Pasamos por huevo batido y freímos en abundante aceite caliente.
Vamos colocando sobre papel absorbente para escurrir el exceso de aceite.


Regamos un plato con el jarabe de arce y la canela molida e impregnamos las torrijas generosamente en él.


Una delicia para el paladar para estos días típicos de Semana Santa.







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